TALLERES

Los talleres son el corazón de este proyecto educativo intercultural. Siguiendo el vaivén del mar Atlántico en las corrientes musicales históricas de África y México, jugamos en colaboración con niños y jóvenes al diálogo musical entre Mali y la costa negra de Oaxaca. Realizamos tres talleres de música con niños, niñas y jóvenes de Santiago Llano Grande, la Banda, y con músicos profesionales de México y Mali buscando las sonoridades afines que dieran aliento nuevo a la tradición musical de este pueblo costeño.

Partiendo de instrumentos y repertorios de su propia tradición, el bote, la charrasca, la guacharasca, el cajón, la tarimba, el violín, la guitarra y el bajo quinto (véase su descripción en esta sección), y apoyados en la familiaridad de los niños con géneros como la chilena, el merequetengue, y el son de artesa, iniciamos un dialogo con las músicas de Mali que trajeron Lucy Durán, especialista en la música de la región subsahariana de África, y dos miembros del Trio Da Kali de Mali, Lassana Diabaté músico de balafón – instrumento ancestro de la marimba- y la cantante Hawa Kasse Mady Diabaté. Las melodías costeñas interpretadas por el balafón despertaron el espíritu profundo del son colonial en la voz de las maderas y mientras se reconocían los sones de los diablos se agregaba a manera de invocación las sonoridades de África. Los patrones de acompañamiento u ostinatos, tan importantes en la música maliense fueron la columna vertebral y el eco en el dialogo musical. [read more=»Leer más» less=»Esconder texto»]

La recreación de músicas tradicionales de los pueblos negros de la costa oaxaqueña y de Mali se puede ejemplificar con dos piezas que ilustran particularmente bien el dialogo musical entre culturas. La canción OaxacaO es una creación que toma la melodía del canto responsorial Mande Jokori Jokori y se canta con una letra en español alusiva al reconocimiento de las culturas afromexicanas como parte de la nación. Y a la inversa, se tomó el son Entrada de la emblemática Danza de Diablos como base armónica para una melodía Mandé que se llama Angatá (escuche audios de los talleres en esta sección).

Los talleres están inspirados en los conceptos de la estética Mande. Por un lado el músico hereda la fuerza llamada Fasiya que lleva a la conservación de la tradición, y al mismo tiempo posee otra fuerza llamada Fadenya que es la creatividad individual, misma que da lugar a la competencia, a la innovación y que permite trascender al padre y a los ancestros de quienes hereda su oficio como músico (Eric Charry, Mande Music. Chicago and London, University of Chicago Press, 2000:57). De esta manera tomamos de la tradición los repertorios pero jugamos con ellos y dialogamos con instrumentaciones y texturas nuevas y combinamos estructuras a modo que “agregamos algo mas” a la tradición.

El proyecto se propuso también reintroducir y fortalecer la presencia de instrumentos musicales que habían ya desaparecido o que están en vías de desaparición en la región, como son el violín, el bajo quinto y la tarimba. Se realizó un taller de laudería para enseñar a hacer instrumentos locales como el bote del diablo, el cajón y la tarimba.

Las metodologías empleadas para le enseñanza-aprendizaje musical fue diversa, de acuerdo a las características de cada instrumento y a la experiencia pedagógica de los maestros. Las sesiones diarias se dividieron en dos momentos. En el primero se practicaron los instrumentos por separado por una hora y media, seguida de un descanso. En el segundo momento, se reunieron todos los músicos a ensamblar los instrumentos violines, guitarras, bajos quintos, balafones, tambores, tarimbas, botes y cariñanes, con las melodías, armonías y ritmos practicados previamente. Experimentamos también con la escritura musical de partituras “ad hoc” del repertorio local como guía didáctica para los maestros, las que se pueden usar y consultar en esta sección.

Se realizaron tres talleres con sesiones de 3 horas diarias durante dos y media semanas, cerrando cada taller con un concierto público para el pueblo.

Taller I Octubre Noviembre 2015

Durante nuestra primera estancia en Llano Grande trabajamos con repertorio local y maliense. Se practicó la chilena Silencio corazón, el Son del Verso de la Danza de diablos, y se trabajaron las piezas Nana Tribán, Duga, y OaxacaO que tienen melodías malienses (escuche las melodías de los talleres en esta sección) las cuales se presentaron en el concierto público de clausura. En esta ocasión se hizó un taller de laudería en la que se produjeron dos botes del diablo, dos cajones percutores y dos tarimbas o monocordios. Asimismo donamos un balafón a la Casa de la Cultura de Llano grande para que practicaran los chicos que se habían iniciado con este instrumento de Mali.

Taller II Abril 2016

El segundo taller se organizó con los maestros de México y decidimos trabajar únicamente con repertorio local (véase el video clip del ensamble del taller con la chilena “Silencio Corazón”) y se continuó con el taller de laudería poniendo cuero a los cajones o tambores. Después del primer taller, la voz se corrió entre los niños y jóvenes y llegaronen cerca de 30 niños. Los talleres de violín y guitarra estaban llenos! Para este taller llevamos dos Bajos quintos que se donaron a la casa de la cultura pero que quedaron bajo la custodia de sus ejecutantes. Los dos chicos que tomaron el taller de bajo quinto aprendieron rápido (véase el videoclip del taller de bajo quinto en esta sección) y se entusiasmaron mucho de saber que por primera vez después de 50 años volvía a sonar un bajo quinto en la costa. El instrumento se había sustituido por la guitarra y ya no había nadie que lo tocara. Nos emociona pensar que dejamos la semilla del bajo quinto sembrada de nuevo.

El repertorio que preparamos en esta ocasión y que se tocó en el concierto de clausura del taller fue: la chilena Silencio Corazón; La sandunga nueva; la chilena Ya te dije que no vayas; el son de artesa Evento de Negros; el merequetengue El poquilín; y un Son de diablos.

Taller III Noviembre-Diciembre 2106

En esta ocasión nos propusimos trabajar con los niños para hacer un disco con el repertorio que ya habíamos trabajado en los talleres anteriores y con nuevas canciones de Mali. Tuvimos el privilegio de preparar el repertorio para la grabación del disco con Lassana Diabaté y con la cantante maliense Hawa Kasse Mady Diabaté quienes juntos forman parte del Trio Da Kali (Véanse videos del Trio Da Kali en Youtube).

Trabajamos intensamente bajo la dirección artística de Lucy Durán, quien tiene una larga experiencia en la producción discográfica y los niños se esforzaron mucho para alcanzar las demandas musicales de este objetivo profesional (escuche las pistas en la sección titulada: “Disco”). [/read]

LA TARIMBA

El etnomusicólogo Carlos Ruíz[1] reporta la sobrevivencia de la tarimba en el pueblo de el Potrero en la costa Chica de Oaxaca. El instrumento es un monocordio tensado por dos estacas, a manera de clavijas, enterradas en el suelo y con una batea de madera invertida en el suelo, que sirve de caja de resonancia y sobre la cual pasa la cuerda. Se colocan un par de varas sobre la batea a manera de puente para separar la cuerda de la caja de resonancia y se percute la cuerda con dos baquetas o palos. Durante los talleres Edgar Serralde diseñó una tarimba usando una tabla con dos orificios en sus extremos para fijar las clavijas de tensión para la cuerda de latón y sustituyendo la batea por una bandeja o medio calabazo de .50 cm de diametro, el cual también se reporta como resonador sustituto de la batea. Es de sumo interés como el calabazo es un fruto usado para la creación de otros instrumentos como el bote o arcuza y las maracas.

La tarimba se usaba para animar los bailes y propiciar el cortejo entre los jóvenes y actualmente ya no se usa. A través del taller se ha puesto atención a instrumentos de la región que aunque ya no se ven han formado parte de la tradición de los pueblos negros de la costa chica.

[1] Carlos Ruíz Rodríguez, “La tarimba del Potrero Oaxaca” en En el lugar de la música.Testimonio musical de México 1964-2009 INAH 2008:195-203.

BALA

El bala (ancestro de la marimba) junto con el ngoni (tipo de guitarra) y la kora (tipo de arpa) son los tres instrumentos principales de la tradición Mande. El bala es el instrumento mas reconocido por su antigüedad, misma que se remonta al siglo XIII al reino de Sunjata. Su teclado de madera estofada es heptatónico con un rango de tres octavas. Se toca con dos baquetas de mango grueso y cabeza de goma dura por músicos o Jelis varones. Está asociado a los herreros por la similtud en el movimiento de golpear y en la relación de la madera con el fuego. Uno de los mitos de creación del bala se remonta a los orígenes del reino unificado de sunjata y de la cultura Mandé. UNA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DEL BALA SEGÚN LA VERSIÓN ORAL DE LASSANA DIABATÉ Una joven niña y un hermano pequeño eran hijos de un rey. Un día la joven salió de su casa a conocer el mundo. Anduvo por muchos lugares hasta que topó con un gran brujo, el diablo en persona. Lo conoció y quedó embarazada. Como era un diablo, éste le dijo que no se podía quedar con él y la mandó de regreso a su casa. Antes de irse le dió dos regalos diciendo: “este regalo es un bala para mi hijo que llevas dentro y este otro es un rifle para tu hermano menor”. Dicho esto, la joven se despidió y partió de regreso a casa. Al llegar, la joven dio el arma a su pequeño hermano y guardó el bala para su hijo. El pequeño estaba contento, pero quedó intrigado por ese instrumento que nunca había visto.   ¿Por qué no era para él ese instrumento? Asi, entre envidia y curiosidad el niño se robó y escondió el Bala. Este niño creció y se convirtió en Rey, el rey Soumaoro Kante, rey de los Susu. Su tesoro mas preciado era el bala que tenía bien guardado en un gran cuarto. Se decía que ese bala era muy poderoso; ¡En efecto, como el diablo mismo! Tan solo posaba una mosca en alguna de sus teclas se formaban remolinos de viento. El rey Soumaoro era un déspota, maltrataba a su pueblo que vivía precariamente bajo su tiránico y miserable gobierno. Llegó el día en que el pueblo se unió y pidió ayuda al guerrero Sunjata quien escuchó las súplicas del pueblo Susu. Sunjata tenía un Jeli músico a su servicio quien cantaba las historias del pueblo y llevaba y traía los mensajes con su canto. Siguiendo las reglas de la guerra, Sunjata envió a su músico mensajero, Fasigi Kouyate , a dar aviso y advertir al enemigo Soumaoro que le harían la guerra y que liberaría al pueblo de su yugo. El músico mensajero llegó con Soumaoro y con todo protocolo le dio la noticia de la inminente guerra. Durante su estancia descubrió el bala en el cuarto y en cuanto pudo se metió a verlo y tocarlo. Al momento de sonar sus teclas, el viento empezó a silvar y se levantó una gran polvareda. El rey Soumaoro enfurecido entró al cuarto y el músico para apaciguarlo le cantó, lo alabó y lo hizo de forma tan hermosa y convincente que el rey lo hizo su músico sirviente, perdonándole la vida. Al no recibir noticias, Sunjata emprendió la campaña de guerra, triunfó sobre Soumauro, liberó a la población, la unió a su reinado y salvó a Fasigi Kouyate su músico. Soumaoro huyó y se refugió en las cuevas de las montañas al este de Mali (Véase también el texto de Eric Charry, Mande Music. Chicago and London, University of Chicago Press, 2000:40-43).

ARTESA

La artesa es un gran tronco ahuecado del árbol de Parota, de forma rectangular, que mide entre 2.50 y hasta 4 metros de longitud, 50 cm de altura, 60cm a 90 cm de ancho y tiene un orificio pequeño lateral. Hace las veces de una tarima para zapatear, bailando en parejas el repertorio de sones y chilenas particularmente en las bodas (véase el son de artesa Mariquita María en el minidocumental del taller de bajo quinto II). Comúnmente sus extremos están labrados con forma de cabeza y cola de Toro, en alusión al tema de la vaquería que es una actividad principal de las poblaciones negras de la costa de Oaxaca y Guerrero. Este mismo instrumento de percusión sin decoración se usa al norte sobre la costa pacífica entre los pueblos del Nayar. Se acompaña del conjunto instrumental de artesa que aparece en esta misma sección (Carlos Ruíz Rodríguez, Versos, música y baile de artesa de la Costa Chica. San Nicolás Guerrero y El Ciruelo Oaxaca. Seminario de Tradiciones Culturales, CONACULTA, El Colegio de México, 2004: 15-25; Baltazar A. Velasco García, Un son mexicano llamado Chilena. Baile y canto de la costa chica de Oaxaca y de Guerrero, CONACULTA PACMYC 2014, Secrestaría de las culturas y artes de Oaxaca, Fundción Alfredo Harp Helú, 2015:62-73). Fotografía: Carlos Ruiz

CARIÑAN O KARINYAN

Posiblemente palabra derivada del francés carrillon, también llamado nege, es el único instrumento que tocan las mujeres Jelis acompañando su canto de historias o narraciones y su baile. Se trata de una especie de campana tubular estriada o ranurada a manera de raspador y con agarradera. Este se golpea y raspa con una baqueta delgada de fierro al ritmo del movimiento giratorio del instrumento con la muñeca de la mano. Lo usan las mujeres acompañando su canto coral y su movimiento (Eric Charry, Mande Music. Chicago and London, University of Chicago Press, 2000:93).

BAJO QUINTO

El bajo quinto es descendiente de la guitarra batente usada en Europa en el siglo XVII y conserva la morfología de una guitarra sexta común, aunque es de mayor tamaño y grosor. Tiene cinco órdenes dobles de cuerdas metálicas, las primeras de acero lisas, las segundas de latón lisas, y las terceras, cuartas y quintas entorchadas de latón ( en sus versiones antiguas puede llegar a tener cuatro triples y una doble) y forma parte de los llamados bajos de espiga.En la costa se le conoce bajo el nombre de vihuela. Su amplio registro, sonoridad y timbre brillante y su capacidad para puntear melodías y bordoneos o bajeos, asi como armonizar con rasgueo, lo hacen el instrumento favorito para ejecutar el repertorio de la Mixteca Alta, Baja y de la Costa, que son chilenas, pasos dobles, oaxacados, corridos, sones, palomos, boleros, merequetengues y otros géneros. Los trovadores se acompañan con el bajo como solistas, pero frecuentemente hace dúo con el violín y trio con el violín y una variedad de jarana mixteca. Se producían en el pueblo mixteco serrano de Coicoyan de las Flores por la familia Tenorio. Los comerciantes llevaban los bajos, violines y jaranas a las ferias regionales y bajaban a vender los instrumentos a la costa desde el tiempo de carnaval en febrero hasta las fiestas de semana Santa, recorriendo la región desde Huaxpaltepec, Oaxaca hasta Ometepec y tierra dentro en Iguala en el estado de Guerrero. Se puede decir que el bajo quinto es el instrumento de la música negra de la costa (Rubén Luengas Pérez “El bordón de las nubes” en Acervos Boletín de los archivos y bibliotecas de Oaxaca, Vol. 6, Invierno de 2001, No.24 Pag. de la 23 a la 27).

CONJUNTO DE ARTESA

Los sones y el zapateo sobre la artesa (ver en esta sección) se acompañan principalmente con el violín, el bajo quinto (ver en esta sección), el cajón, y la guacharasca. El cántaro puede usarse también golpeando con un pañuelo sobre su boca. El cajón es un tambor rectangular de un solo parche (60 cm de largo X 35cm de ancho x 25cm de alto) que se percute con una baqueta y la palma de la mano (ver video ensamble de taller tocando la chilena “Silencio Corazón”). La guacharasca es una sonaja tubular hecha de madera de guarumbo con palitos de madera insertados, atravesando su interior, con los que chocan las semillas de platanillo al mover el instrumento (Carlos Ruíz Rrodríquez, Versos, música y baile de artesa de la Costa Chica San Nicolas, Guerrero y El Ciruelo, Oaxaca. Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, El Colegio de México, Conaculta, Seminario de Tradiciones culturales 2004: 17-20).

CONJUNTO DE DIABLOS

El juego o baile de diablos se acompaña con un conjunto de armónica afinada en C, a la que llaman flauta, un tambor de fricción llamado “bote” pero también se le conoce como “arcuza” o “tigrera” y una quijada de burro, llamada charrasca, que se raspa con un cuerno de venado alternando con golpes laterales con el puño de la mano. El bote está hecho con un calabazo llamado “teconte”- también usado para guardar las tortillas- con un parche sobre el que descansa un palo encerado que se frota haciendo vibrar la membrana y produciendo un sonido parecido al rugido de tigre.

PRIMER TALLER OCTUBRE-NOVIEMBRE 2015

SEGUNDO TALLER ABRIL 2016

 

TERCER TALLER NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2017

 

 

Videos

Patrones rítmico-melódicos del repertorio de piezas musicales practicadas en los talleres de balafón.

 Partituras-guía para maestros 

Los estudiantes puede intercambiar instrumentos y/o ritmos para aprender y experimentar todos los ritmos y timbres del conjunto musical.

 Letras de canciones