MÚSICA Y DANZA DE LA COSTA AFROMEXICANA DE OAXACA

La música de los negros de la costa de Oaxaca se asocia inmediatamente a tres géneros populares, el corrido, la chilena y el merequetengue (escuche la chilena “silencio corazón, y el merequetengue “el poquilín” del repertorio del taller en esta página). El corrido es un relato de un hecho sobresaliente y frecuentemente trágico, y las relaciones y el romance español son sus ancestros (Gabriel Saldivar, Historia de la Música en México. Ed. Facsimilar, Gobierno del Estado de México 1980: 229-244). Hasta hace unas décadas las historias de sucesos importantes para la comunidad eran cantadas en los corridos, enalteciendo el machismo de los personajes involucrados en acontecimientos violentos, heroicos o humorísticos. (Gabriel Moedano Navarro, Atención pongan señores…. El corrido afromexicano de la costa chica”, Serie de la fonoteca no.38, INAH, CONACULTA, 2000:7).

La chilena es un género musical de Chile que en aquellas tierras suramericanas se le conoce con el nombre de cueca. Este ritmo de baile llegó por mar a las costas del pacífico sur en México en las primeras décadas del siglo XIX y se conserva con mucha similitud en baile y ritmo a su género original. Rítmicamente se puede escribir en 6/8 con el patrón (1/4,1/8,1/8,1/4) con acentos en el primero y cuarto tiempo (tocado por el cajón o tambor rectangular) y alternando con compases de 3/4 . El baile es un zapateado sobre una tarima o artesa (tronco ahuecado), en parejas, dirigiendo el movimiento con un pañuelo en la mano e imitando el cortejo del gallo y la gallina. La chilena tiene coplas de cuatro versos repetidos y estribillo, asimismo puede haber interludios con versos humorísticos recitados alternando a manera de duelo entre hombres y mujeres (Thomas Stanford, El son mexicano, col. Sep 80, FCE, 1984:38-43; Carlos Ruíz Rodriguez, Versos, música y baile de artesa de la costa chica. San Nicolás guerrero y El Ciruelo, Oaxaca. El Colegio de México CONACULTA, 2004). [read more=»Leer más» less=»Esconder texto»]

El merequetengue es un ritmo colombiano como lo es la cumbia y el vallenato. Los tres son ritmos que florecen en la costa chica de Guerrero y Oaxaca y los grupos y orquestas costeñas hacen sus propias composiciones como “el poquilín” y covers famosos como “La golondrina”. El merequetengue también es muy popular en el noreste de México entre los grupos de huapango norteño.

 

AGRUPACIONES Y REPERTORIO

En los pueblos se conservaron pequeñas agrupaciones de bandas de viento apoyadas por los municipios, con diversas dotaciones en las que se podía incluir trompeta, saxofón, trombón, tambora con platillo y tarola o batería. Estas bandas se han convertido en orquestas tropicales agregando bajo eléctrico, teclados, tumbadoras y güiro.

Desde la década de 1960 muchos músicos de la costa se incorporaron a conjuntos de música tropical o formaron duetos o trios de trovadores y se aventuraron a buscar trabajo en el ya famoso y turístico puerto de Acapulco, y otros se fueron a probar suerte a los centros de baile de la Ciudad de México. Estas experiencias fueron muy formativas para los músicos que se incorporaban al mundo de la música popular e influyeron sobre las músicas tradicionales.

Santiago Llano Grande “la Banda” lleva su nombre en recuerdo de la muy famosa banda de música en la región llamada “La barredora”, dirigida por el maestro Ignacio Velasco que amenizaba fiestas patronales, bailes sociales, bodas, bautizos, cumpleaños y otras diversas ocasiones para la música. Asi nos lo hizo saber Don Cliserio López Hernández, el último de los 12 integrantes de la banda, quien comentó que en un principio tocaban principalmente danzones, boleros, corridos y pasos dobles y después incluyeron mambos, rumbas, chachachas y cumbias. A este repertorio internacional latino las bandas costeñas satisfacen el gusto local tocando chilenas, merequetengues, gustos, palomos, malagueñas, peteneras, jarabes y sones, con los cuales musicalizan las danzas de la tortuga y del toro de petate. Ejemplos de este tipo de agrupaciones fue la Banda Costa Chica de Higineo Peláez, Los Magallones, Los multisónicos de Juan Morales, Mar Azul, o la actual Furia Oaxaqueña.

La tradición de cuerdas también está muy presente en la región, como se ha dicho al mencionar el género de la chilena. Hasta hace unas décadas el arpa, el violín, el bajo quinto, el cajón o tambor rectangular y la guacharasca (idiófono o maraca tubular hecha del tronco hueco de guarumbo con semillas de platanillo) eran los instrumentos tradicionales en los fandangos de artesa, durante las bodas y otras ocasiones, con los que se ejecutaba el repertorio de la región de la costa de Oaxaca y Guerrero.

El repertorio de este conjunto de cuerdas casi extinto, son los sones de artesa, los minuetes para los funerales de niños o angelitos, las chilenas, los gustos, malagueñas, palomos, peteneras, corridos, y oaxacados que son géneros tradicionales que también se comparten en la tierra caliente de los estados de Guerrero y Michoacán. Dentro de la música de cuerdas también surgieron los duetos y trios de guitarra, que imitaban a los trovadores de boleros y que con su propio sabor costeño agregaron el repertorio de la región. Estos tríos han tenido mucho arraigo entre la sociedad mestiza alimentando el repertorio de boleros, bambucos, huapangos y chilenas. El festival de la chilena, que se organiza todos los años desde 1983 en Jamiltepec, Oaxaca, es un foro importante de competencia musical para los amantes de la chilena.

DANZAS

Las danzas en México son espectáculos musicales, dancísticos y teatrales callejeros, organizados por mayordomías y jóvenes entusiastas que ensayan y se presentan durante las fiestas principales de los pueblos. Frecuentemente la participación del público provocado por personajes jocosos de las danzas es una condición para el éxito del espectáculo. Las danzas generalmente tratan de sucesos reales o prácticas del pasado, mitos, o parodias sobre el presente con la intención de rememorarlas o simplemente como una crítica social, burla y divertimiento (Victor Turner, The anthropology of performance, New York, PAJ Publications, 1986).

Las tres danzas mas emblemáticas del pueblo negro de la costa son la danza de diablos, la danza de vaqueros o del toro de petate y la danza de la tortuga (véanse videos minidocumentales en esta página). En las tres danzas aparecen dos personajes bufos centrales que son el “Pancho” y la “Minga” o “Dominga” quienes representan a la sociedad blanca o española. El “Pancho” es el hacendado cruel y castigador que golpea a las “Mingas” con un látigo en la mano, porta una máscara de diablo y ropa de harapos. La “Minga” o “Dominga”, una o varias, son hombres disfrazados de mujer y llevan máscara de mujer blanca, un gran busto y nalgas postizas; ellas son el objeto de deseo sexual de los diablos, vaqueros.

DANZA O JUEGO DE DIABLOS

La danza de diablos es una danza de cuadrillas de jóvenes con máscaras de diablos, hechas de crines de caballo y cuernos de venado. Coreográficamente dispuestos en dos filas paralelas, los diablos bailan inclinando el cuerpo hacia delante y balanceando los brazos con un firme y pesado zapateo. Sus movimientos representan a los trabajadores negros que laboran bajo las amenazas y el látigo del capataz o diablo mayor, llamado “Pancho” o “Terrón”, y una mujer “la minga” que es la esposa del capatáz, quien lleva una máscara de mujer blanca española, y juega a la seducción con los demás diablos y con el público espectador, cuidando no ser sorprendida por el látigo de su esposo, el diablo mayor. Cada son lleva un paso distinto para los danzantes y canturrean coplas picarescas como:

Sóbame la vara

Que rezumba el bote

Sóbame la vara

que rezumba el bote

Hombres y mujeres

están con los ojotes

Hombres y mujeres

están con los ojotes

Destaca la música para el “juego” o danza de diablos cuyo repertorio son sones antiguos musicalizados con una armónica, a la que llaman flauta, un bote del diablo, también llamado arcuza, o tigrera, que es un idiófono membranófono de frotación, a falta de bote se usan cubetas con baqueta, a modo de tambor, y una charrasca, que es una quijada de burro que sirve como idiófono de golpe y frotación (véanse fotos y pistas de audio y descripción instrumental en esta sección de la página).

Esta danza sale para los días de muertos y son los diablos quienes van al cementerio el 31 de octubre a traer las ánimas de los difuntos al pueblo y regresarlas al cementerio al final de la fiesta el 2 de noviembre.

DANZA DE VAQUEROS

La danza del toro de petate o danza de vaqueros es un espectáculo que ilustra la vida del vaquero y su valor para enfrentarse a los toros bravos. La trama gira en torno al problema de abigeato o robo de ganado que ha sido motivo de conflicto entre ganaderos por cientos de años. El toro que es una gran estructura de petate con cuernos, lleva las marcas de herraje de los ganaderos que supuestamente robaron el ganado y a quienes se les impone una multa simbólica que se usa para el consumo de alcohol de los bailadores.

Los vaqueros danzantes son un grupo grande en pares de hasta 20 o mas participantes organizados en orden jerárquico y bajo el mando de un caporal o jefe de la cuadrilla de vaqueros y sus ayudantes, un puntero y un caudillo. Todos ellos son trabajadores del hacendado llamado “Pancho” o “Terrón”, quien tiene a su mujer llamada “Dominga” o “la minga”. Estos dos personajes están en las tres danzas y tienen la función de causar risa entre el público con las provocaciones sexuales de la minga y el látigo castigador del “Pancho”. La danza recorre el pueblo y hace estaciones en las casas de quienes lo solicitan, pudiendo escoger entre una danza o un ruedo en donde los vaqueros van pasando al centro del ruedo a enfrentarse con el toro y recitar unos versos de devoción a la virgen del Rosario y a encomendarse con ella para salir triunfantes. Este es un ejemplo de la relación o décima del caporal:

En la hacienda mas lucida

Me tocó ser caporal

Líbrame de todo mal

Santa Virgen matutina

Que mi amor en ti se inclina

A servirte sin desmayo

Con la rienda de mi caballo

Al toro le hago un desdén

Dios me ha de sacar con bien

Y la virgen del rosario.

(Información y textos obtenidos en entrevista al señor Agustín Carmona Serrano representante de la danza en el pueblo de Lo de soto. Véase el video en esta sección).

La música que acompaña esta danza puede ser una pequeña banda, un trombón o trompeta, tambora y redoblante o simplemente un acordeón; la agrupación es variable y el repertorio son chilenas y sones.

DANZA DE LA TORTUGA

Esta danza no tiene relaciones ni argumento central mas que el juego sexual entre el hombre y la mujer. La tortuga es una estructura caparazón grande con una cabeza de palo que entra y sale imitando un pene que busca a hombres y mujeres por igual. Aparece el Pancho que es el marido de la “minga mayor” y de un grupo de mujeres “mingas menores”. Todas las mujeres buscan a una pareja sexual y juegan con el gran pene de la tortuga. Interactúan seduciendo al público masculino, bailando y jugando sexualmente entre ellas. Hay dos personajes adicionales que son el “machomula” que es un vaquero montado sobre un palo con cabeza y cola de caballo y un vaquero que intenta controlar, con una cuerda, los movimientos del otro. La cuerda sirve para evitar que las “Mingas” se vayan con el público, de manera que son personajes al servicio del Pancho que quiere controlar a todas las “Mingas”. Llama la atención la relación del “Pancho” con varias mujeres porque alude directamente a la práctica común del hombre que tiene su esposa y una o más queridas. Se retrata uno de los problemas cotidianos e importantes de los pueblos negros que es el control de las mujeres y los conflictos entre los hombres por una misma mujer.

La música en esta danza son merequetengues y cumbias tocadas por pequeños ensambles de saxofones alto y tenor, y un tambor, a manera de timbal.

Bibliografía:

Moedano Navarro, Gabriel. Atención pongan señores…. El corrido afromexicano de la costa chica”, Serie de la fonoteca no.38, INAH, CONACULTA, 2000:7

Ruíz Rodriguez, Carlos. Versos, música y baile de artesa de la costa chica. San Nicolás guerrero y El Ciruelo, Oaxaca. El Colegio de México CONACULTA, 2004.

Ruíz Rodriguez, Carlos. “Entre el mar y la montaña. Cultura afrodescendiente y diversidad musical en la Costa Chica de Oaxaca”. Ensayo de ECMO (en proceso de publicación).

Saldivar, Gabriel. Historia de la Música en México. Ed. Facsimilar, Gobierno del Estado de México 1980: 229-244

Stanford, Thomas. El son mexicano, col. Sep 80, FCE, 1984:38-43

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